jueves, 17 de enero de 2013

Las chapas del carnaval

En el Carnaval de Badajoz las chapas son protagonistas absolutas en el pecho de los carnavaleros pacenses. Chapas de mil colores, efímeros iconos de lo que los grupos presentan en cada edición, encarnaciones de amistad y apoyo. Nos adentramos en este apasionante mundo, lleno de simbología y tradición, para conocer mejor el por qué de su éxito.

Aunque las chapas comenzaron a decorar, tímidamente, los disfraces a partir de la segunda mitad de los años ochenta, no se popularizaron hasta bien entrada siguiente década.

Así, por ejemplo, en 1993 una chapa ya decoraba el disfraz de Elvis con el que El Guatinay salió ese año. El Ayuntamiento, un año más tarde, también se puso manos a la obra y sacó su propio pin que, a diferencia de los actuales, nada tenía que ver con el cartel anunciador.
 Al Maridi, 2010

Número variable según el grupo

El número de chapas que cada agrupación carnavalera encarga suele ser bastante limitado. El total de chapas con las que el grupo cuenta se suele repartir entre sus miembros, para que éstos las distribuyan entre familiares y amigos. De media, cada componente suele tener de 10 a 40 chapas para regalar.

Esta media la rompen los grupos "más populares". Las murgas y comparsas que cuentan con más seguidores se ven obligadas a aumentar el número total de chapas que reparten cada año, a pesar de lo cual, se suelen quedar sin ellas a las primeras de cambio.

En el caso de las murgas, muchas de las que terminan llegando a la final han de pedir que les preparen una nueva remesa a última hora: Si finalmente obtienen el primer premio en el concurso su chapa será la más codiciada.

Chapas de Ad Libitum y Contalibi de 2011

Distintas medidas y modelos 

Aunque cuando pensamos en chapas carnavaleras se nos viene a la mente la más "clasica" -redonda y metálica, de unos 38mm. de diámetro-, en los últimos años se han podido ver otras apuestas más "arriesgadas": Rectangulares, con troquel e, incluso, de tela.

 Los Miranda llevan varios años con los mismos diseños de chapas.

Mención aparte merecen las chapas grandes, de 59mm. Al ser realizadas a mano, una a una -más caras, por lo tanto-, permiten un gran nivel de personalización. Este tamaño, que suele usar más las murgas, permite añadir el nombre de cada componente en la chapa, y adaptarlas para ser regaladas a novias/os, mujeres, personas cercanas, etc...

En algunos casos esta personalización llega a mayores extremos. A pesar de compartir "temática" en sus disfraces, adaptados a cada sexo, las parejas de la murga Ad Libitum encargan sus propias chapas, que solo suelen regalar a sus conocidas.

 Chapa personalizada de carnaval

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